Las tres organizaciones de izquierda canaria consideran que la propuesta de modificación de la legislación del Estado español sobre salud sexual y reproductiva es un claro retroceso y una nueva injerencia en el derecho de cada mujer o familia a decidir libremente si desean continuar o no con el embarazo.
Para Canarias por la Izquierda, Alternativa Ciudadana y Sí se puede lo único que se conseguirá con esta modificación es poner en peligro la salud de las mujeres que deseen abortar y no puedan hacerlo legalmente. Igualmente creen que con la exclusión de las deformaciones del feto como causa para la interrupción del embarazo se fomenta un sufrimiento innecesario que no puede ni debe ser valorado usando preceptos religiosos, sino que tiene que ser valorado científicamente y, sobre todo, en base a los deseos de la futura madre. En este sentido indican que en el Estado Español en el 2010 sólo el 3% de las interrupciones voluntarias del embarazo fueron motivadas por deformaciones del feto, siendo esta cifra incluso levemente inferior en Canarias.
Según las formaciones ecosocialistas isleñas, Gallardón está planteando un debate que la sociedad ha superado completamente, acercándose a las posiciones más recalcitrantes promovidas por los diferentes grupos ultras que mantienen unos planteamientos absolutamente intransigentes. Igualmente recuerdan que, en todo caso, la interrupción voluntaria del embarazo es una decisión que las mujeres toman en base a sus propios criterios éticos y morales, los cuales deben ser respetados.
La reforma de la Ley del Aborto es, según las tres organizaciones políticas, “un acto de hipocresía y una auténtica maniobra de despiste para tratar de ocultar la nefasta situación económica y social que estamos atravesando”. Es una modificación que se ceba con las mujeres más desfavorecidas, que deberán de recurrir a métodos ilegales para interrumpir sus embarazos mientras que -como sucedía hace varias décadas- las mujeres pertenecientes a las clases dominantes podrán pagarse una intervención privada e, incluso, en el extranjero. “Al señor Gallardón sólo le interesa congraciarse con aquellos sectores minoritarios de la sociedad, que quieren revertir los escasos avances legales que se han ido logrando durante los últimos años, para de esta manera volver a ocupar la cola de Europa, junto con Malta e Irlanda” apuntan.
Apuestan finalmente por una adecuada política de educación afectivo-sexual y de salud reproductiva para acabar con las interrupciones voluntarias de embarazo, ya que las modificaciones legales restrictivas sólo contribuyen a exponer a un mayor riesgo las vidas de las mujeres.