Carlos Suárez, portavoz de la Comisión de Sanidad de Sí se puede, ha mostrado el rechazo de su organización ante el cierre de la Unidad Médico Quirúrgica de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas del Hospital Universitario Materno-Infantil de Canarias.
El portavoz ecosocialista cree afirma que esta unidad ha servido para salvar vidas de cientos de niños de las Islas “que de otra manera deberían de realizar un viaje de miles de kilómetros para ser tratados, generando un alto coste para la sanidad canaria y para las familias de los afectados, que la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias parece que no ha valorado en su justa medida”.
Suárez recuerda que en el caso de que supriman este servicio, se tendrá que tener un hospital de referencia a nivel del Estado, que podría ser el Virgen del Rocío de Córdoba o uno de Madrid. Se pregunta sobre quién pagará los costes que generará este cambio, las estancias de los familiares y también el transporte en avión medicalizado cuando sea el caso.
Apuestan desde la formación de izquierdas por un uso racional de los servicios sanitarios. Hay que ser sensatos y saber que en una comunidad de 2 millones de habitantes ha de haber un sólo hospital de referencia en el ámbito de la comunidad para el trasplante hepático (HUNSC) o una unidad regional de lesionados medulares (en Las Palmas). Según Sí se puede, “volver a remitir a otros centros hospitalarios del Estado la cirugía cardíaca infantil es seguir en la involución de la sanidad pública canaria, que nos hace recordar la época en la que una intervención simple de sustitución valvular había que remitirla a Madrid”.
Creen que perder esta unidad empeora el servicio sanitario del conjunto de la sociedad canaria, siendo una auténtica vuelta al pasado. “No podemos aceptar su cierre mientras se mantienen gastos superfluos y desde el Gobierno canario no se cuestiona el mantenimiento de otros servicios no fundamentales” afirman.
Desde Sí se puede anuncian que van a promover la aprobación de mociones en los distintos municipios donde tienen representación contra el cierre de esta unidad, fundamental para el futuro sanitario de cientos de niños de las Islas. Consideran que los Ayuntamientos, como administraciones más cercanas a la ciudadanía, no pueden “permanecer impasibles ante la pérdida de derechos sociales de la ciudadanía y ante las graves consecuencias que para la salud que tendrán estos recortes, que son unos recortes que pueden costar vidas”.