La Hoya Baja es una pequeña calle del pueblo de La Punta, que une la parte alta del pueblo y la carretera general, con la parte baja, más próxima al mar. Una zona donde conviven familias y pisos turísticos. Dicha vía, angosta y curiosa, no tiene salida, sino que acaba en unas anchas escaleras bastante inclinadas.
“Al solo existir escaleras, las personas que van con carrito de bebé o personas con movilidad reducida que van en silla o muletas sufren una gran incomodidad, teniendo que utilizar vías alternativas más alejadas y en algún caso, más inclinadas”, afirma Idaira Afonso.
Las escaleras a las que se alude y tal como se indica, presentan una importante inclinación, por lo que habría que estudiar la mejor solución para la ubicación de una rampa o similar, que garantice el derecho de todas las personas a poder transitar. “Es necesario ir dando a conocer las zonas en las que no se está cumpliendo con la accesibilidad, con afán de mejora y de ir conquistando derechos, y este es uno de esos casos”, afirma Afonso.
Personas mayores, padres y madres con carritos de bebé o personas con algún tipo de problemas de movilidad, deberían poder ir de un punto a otro con comodidad, sin necesidad de alargar el trayecto o realizándolo con menor seguridad,“especialmente porque en este caso, es posible buscar una alternativa”, concluye Afonso.