Un lugar que era todo un símbolo de la antigua trashumancia pastoril , y que cuenta todavía con espacios naturales escondidos y de mucha valor patrimonial.
Soy afortundado, y no por tener al Carrefour al lado, sino porque tengo una vista privilegiada desde, donde me levanto todas las mañanas y contemplo entre el mar de nubes a nuestra isla hermana de Gran Canaria; curiosamente, desde mi cuarto dormitorio, que da para el azul de nuestro océano, he logrado divisar a grandes cetáceos que emigran de un lado al otro por el ancho mar. También desde mi casa, a pesar de estar en la misma Isla donde se emite la frecuencia , no he logrado sintonizar con el dial del amigo Castañeda que nos anima y nos estimula cada mañana.
Más allá de los prejuicios y las etiquetas, Añaza tiene encanto, una atmósfera limpia y sin duda es un barrio que requiere de un mayor compromiso político. El otro día me decían algunos vecinos que se echaba mucho de menos las escuelas taller que en los años noventa y creo que recordar que hasta hace muy poco, hicieron una labor tan esencial en la integración social y laboral de cientos de jóvenes. De las acciones que se acometieron en su momento, se acuerda mucha gente del barrio; entre ellos, aquellos jóvenes que andaban un poco desorientados y perdidos, y que gracias a estos recursos al menos, pudieron ver la luz gran parte de estos chicos.
He observado que urge una mayor implicación por parte de las autoridades municipales en la implementación de actividades de tarde para la numerosa población de jóvenes y niños que hay en el barrio; cabe recordar en ese sentido que la ludoteca de Añaza está cerrada a cal y canto, desde hace más de un año, y nadie da respuesta en este momento.
Añaza es un lugar de muchas potencialidades; y tiene gente muy generosa que dedica parte de su tiempo en ayudar a los demás, sin nada a cambio, simplemente porque a dichas personas les gusta lo que hacen. Una de ellas es Miguel, un pibe de Añaza que ha tenido una muy buena iniciativa, organizar un equipo de fútbol de chicas.
El deporte y el fútbol en particular tiene cosas muy buenas y positivas; una de ellas es que el balompié, un deporte que ha sido históricamnete dominado por la testosterona , ha dado paso aquí en Añaza a la idea esencial del deporte base: la socialización, la asunción de normas, así como la potenciación del juego limpio y el respeto. Me ilusiona que este grupo de chicas, la nueva pibada ,busque alternativas por medio del deporte y la formación. Ya lo dijo Rubén Blades: «estudia, trabaja y sé gente de primera( haz deporte también), ahí está la salvación».
Leo una noticia el otro día en la prensa local, donde dice que la FP ofertará más plazas en Canarias. Espero que esto no sea sólo un titular más, y que se le eche una mano a la nueva pibada, que en su momento por diferentes motivos no pudo estudiar, y que ahora tiene como objetivo reengancharse al tren formativo que ofrece las diferentes familias educativas de la FP.
A pesar del esfuerzo de muchas asociaciones como el de madres solteras, que por cierto se le ha hecho un recorte importante, o el de la Asociación de Vecinos y la Parroquia, noto en falta mayor presencia municipal para trabajar más en la calle y ganar la partida a las conductas disruptivas y no deseadas; entiendo que la policía y la inseguridad se retroalimentan, pero la educación de calle y el trabajo coordinado de los servicios municipale es la base de atención para otro sector de la nueva pibada que necesita de estímulos y referentes, y que por desgracia, en su entorno más inmediata no se le está dando la respuesta adecuada.
Volviendo a la iniciativa de Miguel de crear el equipo de pibas ( Frisan-Añaza), me reafirmo y me identifico una vez más que en las cosas sencillas está el cambio y la mejora. Nuestra sociedad necesita de estas experiencias, y que a su vez existan personas como este grupo de chicas, que junto con su entrenador hacen una labor que vale más que los 94 millones de euros que pagó el Real Madrid por el último fichaje. En el primer partido me tendrán como un seguidor más.