Sí se puede inicia un periodo de consultas con los colectivos de San Andrés para abrir el debate sobre el futuro de Las Teresitas

Sí se puede inicia en Santa Cruz de Tenerife un periodo de consultas con los colectivos de San Andrés para abrir el debate sobre el futuro de la playa de Las Teresitas. La iniciativa está animada por la idea de que “es indispensable escuchar las opiniones de las asociaciones vecinales, culturales y profesionales del pueblo de San Andrés”, asegura el portavoz de la organización ecosocialista en el Ayuntamiento de la capital tinerfeña, Pedro Fernández Arcila.

A juicio de Arcila es imprescindible dar a conocer en San Andrés la propuesta del equipo de gobierno municipal de CC-PP sobre la playa y su entorno para abrir una deliberación colectiva, de forma que se logre “promover el debate con los vecinos del pueblo más directamente afectado por las previsiones del Plan Especial”.

Sí se puede expondrá en estas reuniones los más importantes puntos de discrepancia con relación a la propuesta del equipo de gobierno, relacionados, según la organización ecosocialista, con el impacto paisajístico que ocasiona el mamotreto en el pueblo, la desaparición del sector pesquero en el Plan Especial –al que no le dedica ni una sola propuesta–, la manipulación de los datos sobre las titularidades de los terrenos, la falta de estudio sobre la capacidad de carga del viario, y la ausencia de una evaluación global de toda la zona urbanizada.

“La propuesta del hotel y la urbanización del Valle de Las Huertas puede suponer un cambio drástico en el modo de vida de los vecinos de San Andrés, además de cambiar la imagen y el uso de la playa de las Teresitas, que ha sido hasta ahora de Santa Cruz, para transformarla, fundamentalmente, en la playa de la futura urbanización del Valle de las Huertas y del hotel previsto”, ha subrayado el portavoz de Sí se puede.

En el plano de las propuestas, Arcila expondrá que estas deben ir indisolublemente unidas a la consideración de Las Teresitas como playa para atender las demandas de los vecinos del área metropolitana; la potenciación de actividades deportivas y pesqueras vinculadas con la Reserva Marina de Anaga; la implementación de la playa como lugar para la práctica deportiva y de esparcimiento saludable, mejora del acceso a la playa a través del transporte público y, coordinadamente, la culminación del carril bici Santa Cruz-Teresitas.

Para Sí se puede, la tozudez del alcalde Bermúdez en la implantación del mamotreto supone un serio impacto paisajístico para San Andrés, porque impide la visión de la playa y del entorno al elevar la construcción hasta la mitad de la altura de la actual batería militar. Arcila destaca que la única razón para esta incomprensible actitud en la que se impone la edificación ilegal sin ofrecer alternativas tiene como única finalidad “intentar legalizar lo ilegalmente construido”.

Otro aspecto muy cuestionado por Sí se puede es la defectuosa información que ofrece el plan especial sobre la titularidad de los terrenos. En este punto, la organización ecosocialista afirma que este documento de planeamiento ofrece datos erróneos cuando identifica al Ayuntamiento de Santa Cruz como único propietario del ámbito. Con este proceder se está ocultando deliberadamente que los mayores propietarios y, por tanto, los mayores beneficiarios de cualquier actuación lucrativa que se realice, como el hotel en la playa, corresponderá a los famosos constructores Antonio Plasencia e Ignacio González, “que siempre vuelven a salir a escena cada vez que el Ayuntamiento de Santa Cruz propone construir hoteles”.

Esta información sobre los titulares mayoritarios “se intenta ocultar de manera deliberada y tendrá que explicarse qué se pretende al dar datos erróneos, una actuación que nos parece especialmente grave en un momento en que la transparencia y la información veraz es un elemento esencial en cualquier debate democrático” ha afirmado Arcila.

También el diseño viario es seriamente cuestionado por Sí se puede, que no contempla los incrementos del tráfico que se experimentarán en la zona una vez se desarrolle la urbanización del Valle de Las Huertas. El viario contemplado, el fomento del transporte privado, que se verá incrementado con la urbanización, supone un serio contratiempo que sufrirán, en primer lugar, los vecinos del pueblo, además de los usuarios que acudan a la playa en periodos de gran afluencia.

Arcila señala, por último, que “el plan especial no dedica una sola línea a la actividad pesquera, que ha marcado la impronta del pueblo y que supone una fuente de ingresos para las familias de San Andrés –por la pesca en sí o por la actividad de restauración directamente relacionada con la anterior–. La filosofía que imprime este documento de planeamiento es la de liquidar los elementos fundamentales de la idiosincrasia del pueblo, y es necesario, con el consenso de los vecinos, darle la vuelta a esta caduca y trasnochada filosofía desarrollista”.

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