Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Un año más aparece el 25 de noviembre en las agendas políticas, sociales y académicas, como un fecha de reivindicación y conocimiento sobre una realidad sangrante en todas las sociedades del mundo. Se trata del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Según los datos de Fiscalía General del Estado, en 2019 ha aumentado la violencia juvenil en las relaciones personales. Este año también, 52 mujeres asesinadas hasta hoy, a manos de sus parejas o exparejas.

No es fácil avanzar frente a estos datos, pero no vamos a renunciar a todo lo que se ha conseguido. Mi dedicación vital en la lucha por la igualdad y en contra de la discriminación y la violencia de género se torna más enérgica, si cabe, ante estos tristes datos.

El epicentro del debate yo lo sitúo en la igualdad. No hay justicia sin igualdad. Igualdad como derecho, como anhelo, como reivindicación, igualdad en todos los órdenes de nuestras vidas. En la casa, en el trabajo, en las políticas públicas, en las empresas, en la calle, en nuestra esfera más íntima y personal también.

La situación de España en la lucha contra la violencia de género (VG) ha sido continua, aunque con diferente intensidad según haya habido más o menos voluntad política. Sin embargo, es cierto que España es un país a la vanguardia mundial en la lucha contra la VG. En sus políticas de protección integral. Pero hay mucho que hacer todavía. Se trata de un tema transversal que necesita redes de comunicación y coordinación lo más tupidas posible para salir adelante.

En diciembre de 2017 se firmó un Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Es el tercer pacto de estado que se ha firmado en toda la historia de la democracia de España. Reflejo de la gran importancia del tema. Era necesario porque había que dar un paso más en esta lucha. La necesidad urgente de proteger al máximo a las víctimas y, sobre todo, que la sociedad tome conciencia y se implique en ello. Se calcula que un 80 % de los hechos delictivas hacia  las mujeres nunca se denuncia (Fuente: Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, 2019).

El gesto ha sido de gran importancia porque la violencia contra la mujer es una cuestión de Estado. Todas las fuerzas políticas de acuerdo. Más de 66 expertas en el Congreso y 62 en el Senado. 265 propuestas entre el Congreso y el Senado. En un espacio temporal 5 años con partida presupuestaria; hace que exista esperanza para que se implementen todas las medidas. Algunas de estas tan necesarias como devolver y proporcionar a los ayuntamientos más competencias para prevenir y actuar en VG; el perfeccionamiento de la asistencia, ayuda y protección a las víctimas en los protocolos de ámbito sanitario; la asistencia y protección de los menores: suspensión del régimen de visitas del padre maltratador, estudios sobre la situación de los niños y las niñas, refuerzo del apoyo y asistencia y prohibición de que el padre maltratador acceda a grabaciones de la exploración judicial de los menores. Así como el impulso a la formación de los distintos agentes ampliando la formación de profesionales de justicia, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, abogados y procuradores, jueces y juezas.

Además de la contundente implicación de los medios de comunicación. Sin ellos, no es posible alcanzar las metas de forma urgente. Las noticias sobre VG, deben ser tratadas con mucha profesionalidad y respeto.

Nuestra sociedad es machista, donde el sistema patriarcal perdura y es el responsable de la violencia que se genera contra las mujeres por el solo hecho de ser mujeres. Se trata de violencia de género, violencia machista; y da igual que se produzca en el espacio privado o en el espacio público. Es violencia ejercida sobre la mujer por el hecho de ser mujer. Entonces, tenemos que referirnos a ella como un crimen contra los derechos fundamentales de un ser humano. Es decir, derechos humanos violentados. Así lo recoge la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Por lo tanto, no es un problema privado, ni doméstico. Por eso llamo a cada una/o de ustedes. Esta es una realidad que incumbe y es responsabilidad de toda la sociedad. Es un problema público y social. Esta discriminación contra las mujeres y la violencia se da en todos los países, en todas las razas, en todas las edades, en todas las clases sociales. Es una mentalidad estructural que hay que cambiar. El 35 % de las mujeres del planeta han sufrido algún tipo de violencia de mano de sus parejas o de terceros en algún momento de su vida, por el hecho de ser mujeres (datos de la ONU).

Detrás de la lucha por erradicar este fenómeno hay una conciencia social no una ideología de género. La revisión de este grave asunto es responsabilidad de todos los agentes socializadores de la sociedad y de cada uno/a de nosotros/as de forma particular. Por eso te llamo a ti, a actuar.

Esto se consigue rompiendo con los estereotipos y prejuicios como el que se tiene en contra del movimiento feminista. Y quiero finalizar explicando brevemente qué es el feminismo. Se trata de un movimiento social, teórico y político con tres siglos de historia que reivindica la igualdad entre mujeres y hombres. Y nada más y nada menos. Rompamos los estereotipos, leamos sobre ello y rechacemos la errónea visión de que es una acción de prepotencia de mujeres sobre hombres. Hay que perder el miedo a llamar las cosas por su nombre; hay que darle una oportunidad al pensamiento y al conocimiento. Ya es hora de introducir la historia del feminismo en los libros de texto para comenzar a cambiar el pensamiento y la estructura rígida de un sistema patriarcal que condena a las mujeres a una discriminación continua y perpetua por el simple hecho de ser mujeres. Por eso te llamo a ti, para que entres en el conocimiento y pensamiento de tres siglos de lucha de las mujeres por sus derechos humanos y fundamentales; al igual que los compañeros varones y con el mismo nivel de oportunidades. Ni más ni menos.

Autora: Eva Padilla

Eva es licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Igualdad y Género en el Ámbito Público y Privado. Actualmente es formadora-docente de Comunicación y Marketing, Igualdad y Género. También es consultora en planes de Igualdad en el ámbito público y privado.

 

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