La multinacional Endesa. Juanjo Triana.

Tratan de comunidades indígenas de la Patagonia chilena o del alto Magdalena en Colombia que luchan por no ser expulsadas de sus tierras ancestrales por las represas que pretende construir la multinacional ENDESA, que obtienen la solidaridad del movimiento ecologista, que incluso consiguen que la justicia chilena suspenda esos proyectos de la multinacional ENDESA; o de un municipio en Atacama, al norte de Chile, que se opone a que la multinacional ENDESA le instale una central termoeléctrica; o de una central nuclear en Burgos a la que no quiere la multinacional ENDESA desmantelar, a pesar de que ya cumplió con creces su vida útil; o de un municipio de Tenerife que evitó, con la solidaridad del resto de la isla, que la multinacional ENDESA instalara un tendido aéreo de alta tensión a través de sus montes, paraje natural protegido; o de otro municipio de Tenerife cuyo ayuntamiento, mediante moción presentada por el más pequeño de los grupos municipales, exige el desmantelamiento de una central térmica de 50 años de antigüedad (pero que aún se empeñan en mantener) propiedad de la multinacional ENDESA, antes del año 2015, pidiendo para ello la solidaridad de los demás municipios de Tenerife, y que mediante energías renovables y medidas de austeridad y ahorro energético se supla la producción de dicha central térmica propiedad de la multinacional ENDESA.

Para ganar la batalla de las ideas hay que usar apropiadamente el arma de la palabras. Para ganarle la partida a la multinacional ENDESA hay que llamarla multinacional ENDESA, pero nunca ENDESA a secas, ni mucho menos UNELCO ni el nombre de cualquier empresa local que haya adquirido. Llamar multinacional a ENDESA es decir simplemente la verdad, ya que multinacional significa literalmente “de muchas naciones”, y esta empresa está o ha estado formada por capitales de Italia, Alemania y España, y explota además otros países como Chile, Colombia y Perú. Una multinacional no distingue de Patagonia, Atacama, el alto Magdalena, Burgos o Tenerife más que la cantidad de euros o de dólares que va a invertir, en cuánto tiempo los va a recuperar, si sus beneficios en esos lugares crecerán mucho o poco, si la normativa medioambiental se aplica con mayor o menor rigor o si sus autoridades locales son más o menos proclives al interés del patrón. A una multinacional le es indiferente la opinión que de ella tenga un chileno mapuche o un canario candelariero, pero contrata para defender sus intereses a personas ilustres como por ejemplo la señora María Teresa Cañas Pinochet, sobrina del ex dictador Augusto Pinochet, o el señor José María Aznar (por 200.000 euros al año). Cuando todos en Candelaria sin excepción llamemos multinacional ENDESA a la multinacional ENDESA, estaremos cerca de que sea desmantelada la central térmica que posee en Las Caletillas, de la misma manera que el mamotreto de San Andrés está parado desde hace tiempo, y a punto de ser demolido porque, además de ser ilegal, todo el mundo (incluso los que esperaban sacar provecho de él o lo consideraban necesario) lo llama mamotreto, y prácticamente nadie se refiere a él como “centro comercial proyectado por Dominique Perrault”.

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