Avenida de Calvo Sotelo versus Avenida de Aguere. Fabián Hernández Romero
Ya en el casco lagunero, al tramo desde la Cruz de Piedra hasta la rotonda de La Milagrosa de esta transitada avenida se le conoce desde julio de 1937 con el nombre de Avenida Calvo Sotelo. Pero…. ¿quién es Calvo Sotelo?, ¿quién es la persona que tiene el honor de dar nombre a esta principal arteria y entrada natural a Laguna desde Santa Cruz por La Cuesta de Arguijón?.
En Salamanca el 10 de julio de 1937, en plena Guerra Civil, se fechaba un decreto firmado por el Generalísimo Francisco Franco con la intención de ensalzar la figura de José Calvo Sotelo, al acercarse la fecha del primer aniversario de su muerte.
Con este decreto firmado por Franco quedaba de manifiesto la utilización de la figura de José Calvo Sotelo por parte del caudillo, enalteciéndolo como el primer mártir de la gloriosa cruzada. Se declara, nada más y nada menos, que día de luto nacional para ese 13 de julio de 1937.
El gallego José Calvo Sotelo, nacido en Tuy (Pontevedra) en 1893, fue un político ultraderechista español. Estudió Derecho en Zaragoza y en Madrid. Fue miembro del Cuerpo de Abogados del Estado.
Se inició en política en el partido de Antonio Maura. Como maurista fue diputado en las Cortes por Orense en 1919 y Gobernador Civil de dicha provincia. Posteriormente lo fue de la provincia de Valencia.
Con la llegada de la dictadura de Miguel Primo de Rivera en 1923 Calvo Sotelo ocuparía cargos de relevancia, llegando a presidir la Dirección General de la Administración. En 1925 fue nombrado ministro de Hacienda por el general Primo de Rivera, ostentando la condición de ministro hasta 1930.
Al instaurarse la Segunda República en 1931, Calvo Sotelo se ve obligado a exiliarse en Lisboa y París. En 1934 regresa a España, gracias a una amnistía, y reanuda su actividad política. Crea el partido Bloque Nacional.
Calvo Sotelo Intenta militar en Falange Española, pero no es admitido por discrepancias importantes con su fundador, José Antonio Primo de Rivera.
En febrero de 1936 se produce la victoria del Frente Popular en las elecciones generales. José Calvo Sotelo accede al parlamento, tras ser elegido diputado por Orense con la candidatura Renovación Española, partido ultraderechista y monárquico. Desarrollaría en la cámara gran actividad en la oposición, con intervenciones manifiestamente antirrepublicanas, convirtiéndose en el portavoz de la ultraderecha.
José Calvo Sotelo fue asesinado en Madrid en la madrugada del 13 de julio de 1936 por un grupo incontrolado de guardias de asalto, tras ser detenido en su domicilio, y con la colaboración del capitán de la Guardia Civil Francisco Condés Romero
En la detención de Calvo Sotelo, que devino en su asesinato, participó un grupo de guardias de asalto con sed de venganza. En mayo de 1936 había sido asesinado por pistoleros falangistas el capitán de la Guardia de Asalto Carlos Feraudo de Miches. A esta muerte se le sumó la del teniente del mismo cuerpo, José del Castillo Sáenz de Tejada, el 12 de julio a manos de escuadrones falangistas (según Paul Preston) o carlistas (según Ian Gibson y otros historiadores). José del Castillo era amigo del capitán de la Guardia Civil Francisco Condés Romero.
El propio Franco, con su decreto del 10 de julio de 1937, y muchos otras voces de la época y también actuales, han manifestado que el asesinato de Calvo Sotelo fue el detonante o precipitó el estallido del golpe militar del 18 de julio de 1936. Pero lo cierto es que la sublevación militar en contra del gobierno del Frente Popular, democráticamente elegido por las urnas, ya venía gestándose mucho tiempo atrás.
Por todo ello, la figura de José Calvo Sotelo fue ensalzada por Franco y los sublevados, siendo declarado como el primer mártir de la cruzada.
Unos días antes del mentado decreto de Franco sobre José Calvo Sotelo, el 7 de julio de 1937, tiene lugar una sesión ordinaria de la Comisión Gestora del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna. En dicho pleno el alcalde presidente, Emilio Gutiérrez Salazar, propone una serie de actos a celebrar en la ciudad de La Laguna en el mes de julio de 1937, actos que se llevarán a cabo en diferentes fechas a lo largo de ese mes de julio. Estos actos son:
– Bautizar a la plaza o rotonda de inicio de la avenida Lucas Vega como Plaza del 18 de Julio.
– Conmemorar con una velada necrológica el primer aniversario de la muerte de José Calvo Sotelo, con descubrimiento de lápidas en la avenida bautizada a su nombre.
– Conmemorar el día 18 de julio y cambiar el nombre de la calle Herradores por calle Generalísimo Franco.
– Cambiar tres calles laguneras de nombre y asignar a las mismas las figuras del falangista Santiago Cuadrado Suárez, el capitán de artillería sublevado Gerardo Brotons Ballester y el voluntario del 18 de julio Ernesto Ascanio y León Huerta; con el único motivo de enaltecer o ensalzar la figura de los mismos.
El primer acto realizado en La Laguna de los aprobados por la Comisión Gestora Municipal se realiza el 13 de julio, conmemorando el primer aniversario de la muerte de José Calvo Sotelo. Ese día, tanto en La Laguna como en Santa Cruz, se realizaron actos religioso-castrenses con descubrimientos de lápidas en calles dedicadas a la memoria de José Calvo Sotelo.
Lo cierto es que estos actos necrológicos a la memoria de Calvo Sotelo se realizaron en muchos otros pueblos de Tenerife y de toda Canarias. Consistieron en manifestaciones de duelo, lucimientos de crespones negros en los edificios oficiales y funerales en las parroquias de toda la geografía insular por el alma del glorioso mártir Calvo Sotelo. Todo ello en cumplimiento del decreto de Franco, dado el día 10 de julio de 1937. La prensa tinerfeña dedicaría amplias crónicas a estos actos religioso-castrenses.
Son verdaderamente sorprendentes esta serie de actos celebrados en nombre de José Calvo Sotelo en la isla de Tenerife. En esa fecha los militares ya habían pasado por las armas a 47 personas en la isla. ¡Habían sido fusilados 47 tinerfeños!, se contaban por decenas los desaparecidos y por cientos, si no miles, los encarcelados. Mientras, las autoridades franquistas, los militares y la iglesia, dedicando calles a Calvo Sotelo y organizando veladas necrológicas por el aniversario de su muerte. Sorprendente y desconcertante.
Como consecuencia de estos actos, no solo La Laguna y Santa Cruz va a dedicar calles a la memoria de José Calvo Sotelo, pues también otros pueblos de Tenerife se sumaron a este hecho, como el caso de La Orotava, Santa Úrsula, Tegueste o Arafo, entre otros.
La Ley 52/2007, conocida como la Ley de Memoria Histórica, es clara en este aspecto, en referencia a los símbolos y monumentos públicos que conmemoren la exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Por ello, se ha de retirar del callejero de nuestros pueblos las calles dedicadas a José Calvo Sotelo, el primer mártir de la cruzada de Franco.
En pleno 2016, transcurridos nueve años de la Ley 52/2007, sólo el municipio de La Orotava ha cumplido con la ley y ha retirado el nombre de Calvo Sotelo de su callejero. La Laguna y el resto de municipios siguen haciendo caso omiso a la Ley de la Memoria Histórica.
Esperemos que la ciudad de La Laguna pronto retire el nombre de José Calvo Sotelo de su callejero. Aguere, topónimo aborigen de la ciudad, sería una buena alternativa.
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