Sí se puede insta al gobierno de Sánchez a no dejarse chantajear por Marruecos
La organización ecosocialista denuncia la forma en que el gobierno del país vecino manipula a sus propios ciudadanos y pone en riesgo sus vidas El partido canario subraya la necesidad de que el Estado español asuma de una vez un papel propio ante el conflicto del Sáhara Occidental
Sí se puede insta al gobierno de Pedro Sánchez a no dejarse chantajear por Marruecos después de que el gobierno del país vecino haya facilitado la irrupción en Ceuta de población desesperada por mejorar sus condiciones de vida, una manipulación inaceptable, aún más grave al poner en peligro la vida de estas personas, incluso de niños, niñas y bebés.
La organización ecosocialista subraya la necesidad de que el Estado español asuma un papel propio ante el conflicto del Sáhara Occidental y de frenar el expansionismo marroquí, dos asuntos que considera de importancia vital para garantizar el desarrollo en paz de la sociedad canaria. Sí se puede basa estas exigencias en unos hechos indiscutibles que evidencian que la apertura de la frontera con Ceuta por parte de Marruecos está claramente relacionada con la urgencia de Marruecos de presionar al Estado español y a la Unión Europea para que sigan a Estados Unidos en el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre los territorios ocupados ilegalmente desde 1975 después de que el presidente Biden haya decidido no dar marcha atrás al acuerdo a tres partes alcanzado durante el gobierno de Trump en el que EE UU hizo este reconocimiento a cambio del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el país norteafricano e Israel.
Sí se puede considera que es insuficiente atribuir esta maniobra de presión marroquí a la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, hospitalizado en Logroño aquejado por coronavirus. Esta medida ha causado un profundo malestar en la casa real alauí, pero la estrategia marroquí va más allá y tiene raíces más hondas, como demuestra la crisis diplomática abierta con Alemania en marzo pasado con una ruptura temporal de relaciones y la más reciente llamada a consultas del embajador marroquí ante una de las potencias europeas con más capacidad para orientar el rumbo de la UE y que tiene pendiente un debate parlamentario sobre el conflicto saharaui después de que un informe jurídico del Bundestag estableciera en 2019 la condición de Marruecos como potencia ocupante.
Asimismo, Marruecos está a la espera de una resolución definitiva del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre los recursos presentados en 2019 por el Frente Polisario contra los acuerdos de agricultura y pesca alcanzados entre el país magrebí y la Unión Europea, dado que ambos acuerdos incluyen la explotación de recursos saharauis procedentes del territorio del Sahara Occidental. En este sentido, cabe recordar que este tribunal ya estableció en 2018 que los caladeros de pesca saharauis no están bajo la soberanía marroquí y que las capturas en las aguas saharauis suponen el 91,5% del total de lo contemplado en el acuerdo pesquero.
A juicio de la organización ecosocialista, el incremento de la presión migratoria sobre las fronteras sur de Europa en el Estado español –especialmente en Ceuta en estos días, después de que la onda migratoria haya estado recayendo durante un año en Canarias–, obedece a la voluntad política del rey y el gobierno de Marruecos de mantener al gobierno español atado a sus intereses en torno a la cuestión de la soberanía sobre el territorio del Sáhara Occidental, que, sin lugar a dudas, pertenece al pueblo saharaui y a su República Árabe Saharaui Democrática y que Marruecos ha mantenido ocupado durante décadas en una violación sistemática de todas las normas internacionales al respecto.
Sí se puede plantea que es imprescindible mostrar firmeza ante Marruecos, de forma que el Estado español, la Unión Europea y la ONU le exijan el cumplimiento de la norma internacional respecto al Sáhara Occidental. Hasta que esto no sea así, las tres entidades seguirán siendo rehenes de los chantajes de Marruecos y el Estado español, en su debilidad, se verá abocado a la violación de los derechos humanos, al recaer en la práctica de las devoluciones de migrantes “en caliente”, como ya ha ocurrido en Ceuta en estos días y en Canarias a lo largo de este año, donde, para mayor escarnio, el gobierno de Sánchez ha violado la ley internacional al devolver a ciudadanos marroquíes y saharauis en vuelos dirigidos a los territorios ocupados, que son parte del Estado marroquí. Además, mientras esta firmeza no se muestre, Canarias se verá sujeta a las veleidades de los mandatarios del país vecino y sus deseos expansionistas.
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