Los recortes sociales “recortan” los derechos de las mujeres

En el acto estuvieron acompañadas de Francisca Rivero de Sí se puede e Idaira Afonso de Socialistas por Tenerife que presentaron respectivamente las partes del programa relativas a Derechos Laborales y Participación Democrática. Asimismo se contó con la presencia de María José Guerra, directora del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres perteneciente a la Universidad de la Laguna, y de Alicia Puleo, filósofa y escritora que dirigió durante más de una década la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de Valladoloid y que se encuentra en Tenerife para impartir dos conferencias en el Seminario de Investigación Avanzada y presentar su libro “Ecofeminismo para otro mundo posible”.

El objetivo del encuentro era abrir un debate permanente dentro de la Coalición que se prolongue más allá del 20N y que integre la perspectiva de género de manera transversal en todas las políticas tal y como se está haciendo con la perspectiva medioambiental. Con la presencia de militantes y simpatizantes de los tres partidos el debate transcurrió en un tono positivo en el que, sin embargo, se pusieron de manifiesto los riesgos que la crisis actual y su gestión desde políticas neoliberales conlleva para los derechos sociales y, especialmente, para aquellos que inciden directamente en la igualdad de oportunidades para las mujeres.

En concreto la supresión del ‘cheque bebé’, la falta de desarrollo de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva en aspectos estratégicos como la incorporación de la perspectiva de género en los currículos educativos, la deficiente implantación de la Ley de Dependencia, son efectos de los “recortes” económicos y tienen un impacto directo y negativo en el día a día de muchísimas mujeres.

Pero más allá de estos aspectos “evidentes” existen otros no tan notorios que demuestran cómo, en situaciones de crisis, el colectivo femenino vuelve sufrir los problemas en mayor extensión, por ejemplo: aunque la tasa de paro de hombres y mujeres es de un 21,05% y un 22,10% respectivamente, la tasa de actividad masculina es de un 67,64% frente a un 52,93% de la femenina, es decir casi 15 puntos de diferencia porcentual.

Del análisis de estos y otros muchos temas, como la diferencia de acceso de las mujeres a puestos directivos incluso en sectores donde están ampliamente representadas (sanidad, educación, justicia y administraciones públicas en general) y teniendo en cuenta su mayor cualificación (actualmente el 60% de los titulados superiores son mujeres según el informe “Datos y Cifras del Sistema Universitario Español 2010-2011″ del Ministerio de Educación) o las dificultades para la erradicación de la violencia contra las mujeres, se pudo concluir que hay motivos que justifican la creación de un foro permanente de debate que trate de aunar en políticas comunes las reivindicaciones sociales, ecológicas y feministas. Un mundo equitativo y sostenible solo es posible con la colaboración respetuosa y honesta entre los hombres y las mujeres que creen que otra forma de hacer política es posible.

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