Sí se puede logra que el pleno de Valle Gran Rey exija a las administraciones competentes que tomen medidas para la seguridad de la vía GM-1

La carretera GM-1, la única entrada para el tráfico rodado por carretera del pueblo de Valle Gran Rey, sufre frecuentes y graves desprendimientos ante la desidia de Cabildo y Gobierno de Canarias

Sí se puede consiguió el pasado 26 de abril que, de forma unánime, el pleno de Valle Gran Rey reclame de las administraciones competentes la puesta en marcha de medidas para la seguridad de la carretera GM-1, ante los graves desprendimientos que se dan en ciertos tramos de esta vía. “Esta carretera es la única entrada para el tráfico rodado por carretera a Valle Gran Rey, y a pesar de ser una de las vías con más tráfico de La Gomera, los desprendimientos son frecuentes y no vemos más que desidia por parte del Cabildo y del Gobierno de Canarias” expresa Carlos Hernández, concejal y portavoz de la formación.

Desde Sí se puede se recuerda que esta vía atraviesa, entre Arure y Guadá, aproximadamente entre los puntos kilométricos p.k. 54+100 (zona de La Fuente) y p.k. 58+500 (zona de San Antonio), zonas muy acantiladas, donde los desprendimientos son frecuentes y, por la altura desde la que caen las rocas, sumamente peligrosos para la integridad de las personas usuarias de la vía.

“Ya ha habido varios sustos y la situación, lejos de mejorar, va a peor. La erosión debida a fenómenos meteorológicos (lluvia y viento) y biológicos (plantas y, sobre todo, animales) aumenta el riesgo de que se produzcan desprendimientos. Especialmente grave es la acción que origina en la estabilidad de las laderas el ganado asilvestrado que en la actualidad invade estas zonas” argumenta el portavoz ecosocialista.

Desde la asamblea local de Sí se puede se señala que el pasado 2 de marzo ocurrió un gran derrumbe en la entrada del túnel de Yorima, que, si bien afortunadamente no afectó a la vía ni al tránsito de vehículos por la misma al caer la mayor parte del desplome por la Cañada de Las Huesas y en la vía en desuso de la antigua carretera de Yorima, sí que supuso un riesgo evidente a la integridad de quienes circulaban en ese momento por la zona. Entre los vehículos se encontraban un camión y una guagua.

“A la peligrosidad de no tener luces en los túneles, añadimos los desprendimientos. Ya ha habido dos guaguas que han sido muy afectadas por la caída de grandes piedras, y afortunadamente en esos sucesos no había pasaje. Pero un día no vamos a tener tanta suerte y vamos a lamentar que no se hayan tomado medidas a tiempo”, abunda Hernández.

Los acuerdos aprobados por unanimidad instan al Cabildo Insular y al Gobierno de Canarias a realizar un informe técnico de desprendimientos de la carretera GM-1 en la bajada de Valle Gran Rey desde Arure, donde se den alternativas, soluciones y su valoración económica con el fin de tramificar la carretera, en función del riesgo de desprendimiento, además del saneamiento urgente de las laderas colindantes a la carretera GM-1 en los tramos de mayor riesgo y de la instalación de un sistema de mallado a la mayor brevedad en los tramos que así lo requieran con el fin de mejorar las condiciones de seguridad de la carretera frente a ciertos desprendimientos.

“Más que los desprendimientos, asusta la desidia y la despreocupación con la que las autoridades se toman la seguridad de una carretera que es una infraestructura básica para el desarrollo socioeconómico del municipio y para la seguridad de sus ciudadanos y visitantes. Valle Gran Rey no merece túneles a oscuras ni carreteras inseguras por desprendimientos: el municipio aporta demasiado a la economía insular como para ser tratado con tanta dejadez” finaliza su intervención Hernández.

Los comentarios están cerrados.