Tacoronte contará con un arboretum frutal conformado por más de 70 árboles de 60 variedades tradicionales de la zona
Carmela Díaz impulsa desde el área de Medio Ambiente los trabajos dirigidos a la plantación de variedades El plan contempla acciones de formación con la colaboración ciudadana o crear un banco de semillas para garantizar la biodiversidad
La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Tacoronte, bajo la dirección de Carmela Díaz Vilela (Sí se puede) impulsa la creaación de un arboretum frutal, conformado por más de 60 especies diferentes y con arraigo en el municipio. Se trata de la medida principal impulsada con motivo del Día Mundial del Árbol, que se celebra el 21 de marzo.
Díaz Vilela asegura que la idea original, consistente en la realización de un bosque comestible, en una parcela localizada en la urbanización La Atalaya, en el barrio de La Caridad, junto al Huerto Urbano y la vermicompostera, “se ha ido mejorando con las aportaciones de un enclave que conjuga lo urbano y rural, cuyos habitantes han escogido una opción más vinculada al campo”.
La propuesta originaria fue trasladada al profesor de la Escuela Superior de Ingeniería Agraria de la ULL Antonio Perdomo, experto en frutales y ecología, de quien “sale la idea de poner en marcha el alboretum frutal, en el que vamos a recolectar las especies arbóreas tradicionales de Tacoronte”.
La concejala de Medio Ambienteañadió que “el número de árboles que se van a sembrar en este espacio es de 72”, aunque aclaró que se van a repetir algunas especies, “pero muy pocas, puesto que la intención es que este proyecto albergue un total de 60 variedades”.
Díaz Vilela destacó los beneficios que aporta una experiencia de estas características, puesto que “estructura un parque con unas características más rurales, dotado de senderos para pasearlo y con todos los beneficios ecosistémicos, en el que no se reproducirá un ecosistema del municipio, pero sí contiene otras especies autóctonas que acompañarán a estos árboles, favoreciendo además la presencia de otras variedades de fauna como insectos y polinizadores, conformado sus propias sucesiones”.
La intención de la corporación es que esta propuesta empiece a ser una realidad a partir del menor espacio de tiempo posible, incluso antes de que finalice el presente mes de marzo, pues según la responsable local, “lo presentamos porque creemos que el Día del Árbol merece proyectos reales y que van a dar beneficios a la ciudadanía ahora y que se mantendrán a lo, largo del tiempo”.
En este sentido, señaló que este tipo de planteamientos “son muy necesarios en la actual coyuntura socio económica y de necesidad de soberanía alimentaria en un entorno de cambio climático”. Así, dijo que no solo se mantienen “espacios con calidad de vida, sino la garantía de preservar una serie de especies para el futuro”.
Díaz Vilela anunció que los trabajos comenzarán en dos semanas, con el objetivo de crear un arboretum “para el disfrute de todos en un suelo que se tendrá que acondicionar, enriquecer y mejorar en sus condiciones”. La concejala señaló que de la selección de los árboles que se van a plantar se encargará la ULL, que “plantará patrones este año para realizar los injertos el próximo invierno, cuando los árboles estén fuertes”.
Banco de semillas
Al margen de las labores de plantación y mantenimiento, que sería la primera fase del proyecto, es intención del Ayuntamiento y los impulsores de la idea, que “este sea un espacio vivo y destinado a la formación, con talleres y actividades en las que aprender todo lo concerniente a este tipo de variedades, así como la creación de un banco de semillas para plantar especies locales con la colaboración de la población”.
Carmela Díaz Vilela indicó que tras una primera fase de preparación del terreno y plantación, “el resto se realizará con mano de obra de los convenios, del voluntariado ambiental y la colaboración ciudadana, fortaleciendo las acciones de concienciación y conservación”.
En este sentido, la concejala de Medio Ambiente remarcó que Tacoronte cuenta “con verdaderas joyas donde se concentra la arboleda, desde el monte de laurisilva, a una biodiversidad muy alta que hay que cuidar, más la biodiversidad de la que nos alimentamos y que generaron nuestros antepasados, cuya conservación es una garantía de futuro porque se adaptan a nuestro suelo y nuestro clima”.
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