Tras el anuncio de que el Cabildo de Tenerife ha decidido finalmente desistir del proyecto de implantación de un tren de levitación magnética en Tenerife, tras las conclusiones de una empresa consultora a la que se encargó el estudio de dicha viabilidad, Fernando Sabaté, portavoz de Sí se puede, ha expresado nuevamente el rechazo de su formación a dicho proyecto.
Sabaté asegura que desde su organización siempre han defendido la potenciación del transporte público, “si bien hemos luchado por aquellas formas más respetuosas con el territorio, tanto con el patrimonio natural como con el histórico o el particular. En este sentido, a la hora de evitar mayores molestias a los vecinos, de minimizar consumo de suelo o incluso, de gasto de dinero público, hemos defendido en los últimos años que la apuesta más fiable para el Norte de Tenerife era la del carril guagua-taxi exclusivo en la TF5, algo que por otro lado, incluso el presidente del Cabildo, Sr. Melchior, defendía hace tan sólo unos años atrás, antes de que comenzara su demencia megalómana por los trenes”.
El portavoz ecosocialista asegura que sin embargo, “el cambio de postura del Cabildo de Tenerife respecto al tren rápido no debe engañarnos, pues no podemos olvidar que los gastos ocasionados en pagar a la empresa consultora ascienden a casi un millón de euros, que salen del dinero de nuestros impuestos. Es decir, que se han gastado un millón de euros en demostrar lo que ya todo el mundo sabía menos ellos: que el tren rápido es inviable en nuestra Isla. Y lo decían las propias empresas fabricantes, lo decían muchos vecinos de Tenerife, lo decían expertos en economía e ingeniería. Pero claro, era mejor gastar el dinero que no se emplea en un hospital público en encargar un estudio a una empresa asesora”.
“Lo que hace más de un año se le decía al Sr. Carlos Alonso en algunos debates, ahora parece que por fin lo ha comprendido. Tanto económicamente como en uso práctico e impacto ambiental, su proyecto de tren rápido es una aberración. Parece que el Sr. Alonso empieza a recapacitar, aunque sea a costa del erario público” apunta Sabaté.
Desde Sí se puede aseguran que van a seguir luchando para convencerlo también de que su «tren convencional es dañino para el Norte de Tenerife. Algo que quizás debería haber intuido en su momento, cuando se vio obligado a cambiar el 70% del proyecto inicial tras recoger las alegaciones de miles de vecinos y los ayuntamientos afectados. El señor Alonso dice acertadamente que no se puede seguir apostando por potenciar el uso del vehículo privado, pero su palabra va en sentido contrario a sus obras, puesto que prosiguen diseñando y ejecutando nuevas obras de carreteras rápidas para el uso masivo del coche particular”.
Otras declaraciones del señor Alonso, según explica Sabaté, sobre las virtudes del tren, “quedan desmentidas con los datos de su propio proyecto, en el que resalta la gran cantidad de suelo que consumirá esa obra, los riesgos a los que se verá expuesto en el Norte de la Isla y el poco uso que los ciudadanos harán del mismo. Son las mismas promesas como cuando se decía que el tranvía evitaría las colas en la autopista Santa Cruz-Laguna, llegando hoy día las mismas hasta El Sauzal.
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