Sí se puede celebra la suspensión del proyecto de tren del Norte

El Comité Comarcal de Alternativa Sí se puede en el Valle de La Orotava se congratula de la decisión del Cabildo de Tenerife de suspender la tramitación del Plan Territorial Especial de Ordenación de Infraestructuras del Tren del Norte, acordada el pasado día 5 de marzo.

Según Ruth Acosta, su portavoz, “en Sí se puede siempre nos hemos opuesto a este proyecto, tal y como lo había diseñado el Cabildo dirigido por CC y PP, ya que consideramos que el trazado de más de 37 km entre Santa Cruz y Los Realejos, produciría más perjuicios que beneficios a la población”.

Para los ecosocialistas “la forma en que se ha hecho este proyecto, de espaldas a la población, lo dice el hecho de que el propio equipo redactor del plan ya reconoció en su momento lo desastroso que era, admitiendo la rectificación de casi un 70% del diseño original y llegando a proponer un trazado con la mitad del recorrido soterrada”. Acosta recuerda que este proyecto, con un coste total de 1200 millones de euros, ha supuesto todo un despilfarro de dinero público, con más de 2 millones de euros invertidos ya en estudios alternativos como el del proyecto de tren de levitación magnética, en campañas publicitarias o en informes incompletos, “al tiempo que se paralizaban los proyectos más necesarios de hospitales comarcales, se realizaban recortes en educación o se negaban ayudas a agricultores y ganaderos aludiendo falta de fondos”.

No solamente Sí se puede manifestó en su momento su rechazo a este proyecto, también otras organizaciones políticas como Iniciativa por la Orotava, Izquierda Unida, Los Verdes, Vecinos por el Puerto, así como otros partidos sin representación actual en los consistorios municipales del Norte de Tenerife, junto con organizaciones ciudadanas como la Plataforma de Afectados por el Tren del Norte y colectivos ecologistas como Ben Magec, Coordinadora El Rincón o ATAN, presentaron recursos durante la exposición pública del Proyecto y realizaron actividades informativas para dar a conocer a los vecinos los detalles del proyecto que afectaban a numerosos barrios y fincas.

Acosta señala que “no podemos admitir que al mismo tiempo que se sigue proponiendo la ampliación de carreteras y autovías, se nos diga que se plantea el proyecto del tren para disuadir de ese uso masivo del coche, cuando en el proyecto ni siquiera se contemplaba la parada del tren en varios de los municipios del Norte que atravesaba”.

Sí se puede pone el duda la supuesta justificación de que serviría para permitir el traslado rápido y masivo de turistas. Los ecosocialistas afirman que el proyecto de tren afectaba al paisaje del Norte, cercenando muchos barrios, tierras de cultivo y zonas de actividad empresarial en uso. Si el tren se hubiese puesto en marcha hubieran quedado numerosas bolsas de suelo aisladas, haciéndolas inviables a la explotación agrícola o ganadera. Así mismo diversos barrios hubiesen quedado nuevamente partidos, como ya sucedió cuando se trazó la autovía TF5, por el tremendo efecto barrera que generaría esta infraestructura. También aseguran que esta infraestructura numerosas empresas veían anulada su operatividad, por la interrupción de acceso a la autovía o simplemente, por pasar el proyecto por encima de su actual ubicación.

Este proyecto también contó con el rechazo de diversos ingenieros y arquitectos, geógrafos, urbanistas y expertos en derecho que mostraron su discrepancia con las formas en que se desarrollaba. La portavoz del Comité Comarcal de Sí se puede cree que lo que más molestó a muchos vecinos fue la “falta de transparencia, la información parcial y a veces manipulada para crear incertidumbre y confusión entre los vecinos de distintos barrios y municipios, que a la desesperada, buscaban sólo salvar su propia vivienda o huerta”.

Los ecosocialistas norteños consideran que en el escenario actual de recortes presupuestarios para las grandes infraestructuras y sumergidos de lleno en una crisis del propio modelo capitalista, “el proyecto del tren de Ricardo Melchior no tiene cabida alguna, y su justificación de creación de mano de obra quedó pronto desmentida, ante el uso de mano de obra cualificada de empresas externas y el recorte en puestos de trabajo en las líneas de guaguas que suprimirían”. Acosta cree firmemente que “este proyecto hubiera endeudado aún más a los tinerfeños, con cuyos impuestos habría que pagar el fuerte déficit que la propia obra reconocía generar, dejando claro que no produciría beneficio alguno en los primeros 15 años”.

Desde Alternativa Sí se puede exigen que la paralización temporal se convierta en definitiva, “que se rechace de una vez por todas este disparatado proyecto y se apueste por los carriles exclusivos de guagua como forma de solventar los atascos en las autovías, tal y como reconocía el propio presidente del Cabildo de Tenerife en los años noventa”.

Acosta opina que no se puede seguir pensando sólo en el desarrollo urbano, sin contemplar al mismo tiempo la conservación de suelos productivos, del paisaje como valor en sí mismo de cara al turismo y al ciudadano, o de la riqueza etnográfica, agrícola y natural de nuestra Isla.

Los comentarios están cerrados.