Sí se puede denuncia que el desastre de gestión de las aguas residuales urbanas en Güímar recaerá sobre la ciudadanía

La organización ecosocialista asegura que “paque quien pague”, las consecuencias son nefastas para el municipio

Sí se puede denuncia que recaerá sobre la ciudadanía el desastre de gestión de las aguas residuales urbanas en Güímar, que ha significado una multa por parte de la Unión Europea, por la que habrá que pagar cientos de miles de euros cada seis meses hasta que las aguas urbanas del valle cuenten con un sistema de depuración que cumpla la normativa europea.

La organización ecosocialista asegura que “paque quien pague”, las consecuencias son nefastas para el municipio. “La ciudadanía de Güímar es la que saldrá afectada, porque sea de una institución o de otra, de los fondos que podrían serles destinados se restará la cantidad correspondiente a la sanción y la correspondiente a la inversión urgente en una infraestructura que llega 40 años tarde”, asegura el concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento Ruyman Expósito.

“Mientras tanto, unos y otros se tiran la pelota a ver quién tiene que hacerse cargo del pago de la multa en un montaje que no es más que teatro”, añade el concejal al referirse al cruce de declaraciones entre el Cabildo y el Ayuntamiento para determinar cómo se asumen las responsabilidades de que el Valle de Güímar no haya contado con un sistema de depuración de aguas residuales urbanas.

El portavoz recuerda que, desde que entró en la corporación, “Sí se puede ya advirtió del problema, nadie nos hizo caso”. Igualmente, en 2017, el grupo ecosocialista defendió en el pleno de Güímar una moción para que se abriera una investigación que determinara quiénes habían sido responsables del incumplimiento, “votaron en contra, parece ser que el gasto de dinero público no les duele”.

La organización ecosocialista lamenta que se haya llegado a esta situación por décadas de dejadez y de falta de responsabilidad. “Cuando hubo dinero no se invirtió en depuración de aguas porque es un gasto que no llama la atención y no produce votos de forma inmediata; ahora, esta irresponsabilidad se traduce que, en los peores momentos de financiación de las administraciones públicas, es imprescindible hacer frente a la pasividad del pasado para evitar que el futuro de las inversiones europeas en toda Canarias se vea condicionado por este caso”, advierte.

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