La Laguna conmemora el Día Europeo para la Vida Independiente con una jornada reivindicativa de los derechos de las personas con discapacidad  

La Laguna celebró este martes, 9 de mayo, el Día Europeo para la Vida Independiente y la Autonomía Personal de las personas con discapacidad, un encuentro reivindicativo que, por tercer año consecutivo, reunió a vecinos, vecinas y las entidades y colectivos del municipio, en esta ocasión, en el salón de actos del Centro municipal de Entidades de Voluntariado Anchieta (CEVA), un antiguo centro educativo que se ha reformado y destinado íntegramente a potenciar proyectos con un importante calado social. Una mesa integrada por familiares y personas con discapacidad física e intelectual analizó los retos a los que se enfrentan las más de 17.000 personas con discapacidad que residen en La Laguna, un encuentro centrado en desterrar prejuicios y barreras y en concienciar sobre el derecho de las personas con discapacidad a poder decidir sobre sus vidas.

El concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio, dio la bienvenida, como cada año, al más de centenar de personas participantes en una iniciativa que quiere visibilizar las realidades de estos miles de vecinos y vecinas y contribuir al diseño conjunto de medidas destinadas a garantizar el derecho a la igualdad de oportunidades desde la autonomía personal, la no discriminación y la accesibilidad universal.

El encuentro reunió a destacadas personas y entidades que, durante este último año, han ejemplificado el esfuerzo por proporcionar una vida lo más independiente posible a las personas con discapacidad, las cuales, durante mucho tiempo, han sido excluidas y han vivido desposeídas del derecho a poder decidir. Y además, desde el convencimiento y la defensa de que estas metas se alcanzan fomentando el apoyo entre iguales y los grupos de ayuda mutua, espacios en los que puedan intercambiar experiencias para su aprendizaje y mejorar la seguridad y la confianza.

Participaron Ana Mengíbar, presidenta de la asociación Queremos Movernos y madre de dos hijos ciegos; Camilo Matos Capote, persona con síndrome de Guillain Barré y perteneciente al servicio de promoción de la autonomía personal de ADACEA Tenerife; Begoña Hernández Vera, madre de una niña con síndrome de Down y que forma parte del programa de autonomía personal de la Asociación Down Tenerife.

Además de Giselle Báez Herrera, madre de una niña con parálisis cerebral que participa en el servicio de promoción de autonomía personal de las Hermanas Hospitalarias Acamán; Sara González Marrero, niña de 10 años y también usuaria también de este servicio; Candelaria Luis Pérez, mujer con sordoceguera y perteneciente a la junta directiva de ASOCIDE; Christian de Armas, persona con autismo y usuario del Servicio de Acompañamiento y Orientación a la Vida independiente de APANATE, así como Alba Abad Suárez, persona con síndrome de Down y participante en los proyectos de ASINLADI.

Compartir experiencias  

Un debate en el que se compartieron experiencias, acciones y proyectos dirigidos a que las personas con discapacidad tengan la libertad de poder decidir sobre su vida y las condiciones de la asistencia personal que necesitan, pasando de ser un o una paciente que simplemente recibe lo que otros deciden y gestionan, a decidir según sus necesidades y características. Un objetivo que, recordaron, requiere crear entornos inclusivos, accesibles y respetuosos, que fomenten la participación plena y activa de todas las personas en la sociedad, independientemente de sus edades o capacidades.

En el transcurso del encuentro, como ha sido habitual en los últimos años, se presentó la nueva campaña audiovisual de sensibilización para todo este 2023, una propuesta en la que participan personas con discapacidad del municipio y familiares.

Estas acciones se integran en el Plan Colaborativo sobre Discapacidades de La Laguna “Alianzas, somos capacidad” y en programa local “La Laguna Inclusiva”, iniciativas desarrolladas conjuntamente con el sector y con el objetivo de habilitar todas las herramientas y recursos necesarios para que las personas con discapacidad del municipio puedan desarrollar su vida de la forma más autónoma posible y acceder, en igualdad de condiciones, a la atención pública, el empleo, el ocio, la cultura y la participación en las políticas que les afectan.

El Día Europeo para la Vida Independiente se celebra desde el 2014, año en el que la Red Europea para la Vida Independiente de las personas con discapacidad (ENIL, por sus siglas en inglés) cumplió su 25 aniversario. ENIL es una entidad que trabaja y lucha para que la política social de los países europeos contemple la desinstitucionalización de las personas ingresadas en residencias; apueste por viviendas sociales y accesibles en lugar de por instituciones o residencias, y garantice la concesión de prestaciones económicas para la asistencia personal.

Derechos reconocidos por la ONU 

La Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, del 13 de diciembre de 2006 y ratificada en España el 30 de marzo de 2007, declara en el artículo 19 su derecho a vivir de forma independiente y a ser incluidas en la comunidad. Los estados firmantes reconocen el derecho de todas las personas con discapacidad a vivir en la comunidad en igualdad de condiciones y se comprometen a adoptar medidas efectivas y pertinentes para facilitar el pleno goce de este derecho, así como la plena inclusión y participación en la comunidad.

Para ello, se recoge la necesidad de asegurar que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de elegir su lugar de residencia y dónde y con quién vivir, en igualdad de condiciones con las demás, y que no se vean obligadas a vivir con arreglo a un sistema de vida específico, así como que tengan acceso a una variedad de servicios de asistencia domiciliaria, residencial y otros servicios de apoyo de la comunidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para cubrir sus necesidades, facilitar su inclusión en la comunidad y evitar su aislamiento.

Asimismo, la Convención establece el compromiso de que las instalaciones y los servicios comunitarios para la población en general estén a disposición, en igualdad de condiciones, de las personas con discapacidad y tengan en cuenta sus necesidades.