Sí se puede exige soluciones inmediatas ante la pérdida del 54,10% del agua potable en Santa Cruz de Tenerife

Eligio Hernández Bolaños presenta una pregunta para la Comisión de Control, sobre las causas y las medidas previstas ante tan grave situación

Sí se puede exige soluciones inmediatas ante la pérdida del 54,19% del agua potable en Santa Cruz de Tenerife, según se concluye en el artículo “Consumo de agua y huella hídrica en las ciudades españolas”, publicado en el último número de la revista Estudios Geográficos, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Eligio Hernández Bolaños, concejal ecosocialista, registró este martes una pregunta para la próxima Comisión de Control, prevista para el 13 de septiembre, sobre las causas de tan grave situación y las medidas que el grupo de gobierno piensa implementar al respecto, dirigida al edil de Bienestar Comunitario y Servicios Públicos, Dámaso Arteaga Suárez.

 

Entre los resultados del citado artículo, se extrae que la huella hídrica de la eficiencia de la red de abastecimiento de agua potable de Santa Cruz de Tenerife es la más elevada de las grandes ciudades del Estado español, junto con Badajoz y Las Palmas de Gran Canaria. “Además, el porcentaje de pérdida de nuestro municipio se sitúa en más del doble de la media estatal (25%), un hecho absolutamente desmesurado”, subraya Hernández Bolaños.

 

Según se recoge en la exposición de motivos de la pregunta de Sí se puede, a finales de 2017, Emmasa publicó unos datos sobre las fugas de agua en la red de abasto de Santa Cruz de Tenerife, en donde se afirmaba que el porcentaje de pérdidas técnicas era del 8,7%, por lo que, “si nos atenemos a este dato, de la denominada Agua No Registrada, gran parte de las pérdidas no vendría de las físicas de la red, que es lo habitual, sino que su origen estaría asociado a consumos no autorizados (fraudes), a consumos autorizados no medidos o a errores de medida”, afirma el concejal ecosocialista.

 

“En cualquier caso, es una cifra muy elevada y vergonzosa, sobre todo si lo unimos, por un lado, a la distancia que nos llevan ciudades como Madrid y Barcelona, con un porcentaje de huella hídrica del 7,55% y del 8,16%, respectivamente, y por otro, a la también pésima gestión municipal de las aguas residuales”, concluye Hernández Bolaños.

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