Unid@s se puede pregunta por los planes municipales para la retirada del amianto en espacios públicos y urbanizaciones

El amianto o asbesto fue muy utilizado en la construcción de numerosos edificios en las décadas de los 50, 60 y 70, un producto que está directamente vinculado, según numerosos estudios, a un sensible aumento de los casos de cáncer de pulmón, estómago, pleura y peritoneo, motivo por el que quedó prohibido su uso en la Unión Europea desde inicios de la década pasada.

La edil indica que la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales y el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, establecen disposiciones de seguridad y salud para la protección de los trabajadores contra los riesgos derivados de la exposición al amianto durante el trabajo, así como la prevención de tales riesgos en la ciudadanía en general. En base a la misma y otras similares se han elaborado informes del Comité de Seguridad municipal que recomiendan la retirada de las estructuras de amianto existentes en las instalaciones municipales, como las de la policía local.

“Queremos saber qué medidas concretas se pondrán en marcha desde el Ayuntamiento para atender este problema que afecta a edificios públicos e importantes urbanizaciones, como la del Padre Anchieta que conserva los bidones de amianto para el agua desde la época en la que se construyó el polígono”, manifiesta.

González insiste en que se trata de un material que tiene una vida útil limitada, “que está sujeto a manipulaciones temerarias y al desgaste meteorológico inevitable, por lo que se hace peligroso”. Entienden que la ciudadanía debe saber si La Laguna tiene en marcha algún plan en el que se establezca la detección de todo el amianto del municipio y la elaboración de un plano que identifique la presencia de éste y su estado, igualmente medidas para su retirada paulatina siguiendo la normativa vigente, cosa que por el momento solo se está aplicando en algunos centros escolares.

Finalmente recuerda lo complicado que ha sido la retirada de vertidos irregulares de este producto en zonas como la Mesa Mota, que ha costado meses su correcto tratamiento por no tener un protocolo claro de acción.