Demócratas a tiempo parcial. Julio Concepción

Hay concejales y alcalde que son demócratas para aquellas decisiones que les convienen, que les interesan, pero para el resto piensan que donde hay crítica no hay interés y por lo tanto no existen leyes que las regulen y las amparen. Nuestros políticos creen a día de hoy que ellos son la ley, sus formas, sus maneras de proceder, sus pensamientos son la condición indispensable para que toda vida se de en el orden democrático. El resto, ¡morralla!: una manada de vagos, hippies y mariwuaneros que lo único que pretenden es cambiar y subvertir el orden de las cosas para ocupar su apreciado lugar y asaltar su tesoro: ¡el poder de mandar y de decidir por tod@s!. Este alcalde se hizo demócrata por osmosis inversa, entre buche y buche, lanzaba consignas: ¡Yo fui quien creó la participación en Arona!, conocida cita de sobre de azúcar; ¡ese día invitaron a café!. En Arona es de vergüenza e indignante que se nos haya negado una sala en el Centro Cultural de Los Cristianos para celebrar la charla-coloquio sobre la corrupción en Arona, dicha petición se hizo en tiempo y forma adecuada con dos semanas de antelación, pero estos Kinkyes ideológicos metidos a servidores públicos se han olvidado de las conquistas sociales que han logrado en el pasado muchas generaciones, dejando su vida en el camino para que los ciudadanos de hoy disfrutemos de derechos que ellos no pudieron ejercer. ¿vida antes de ellos nacer?. Su narcisismo no conciben dicha idea. Cuando ellos nacieron fue: Génesis. Esta Democracia ha costando sudor y lagrimas, estos políticos como hijos de jornaleros lo saben muy bien, sólo es cuestión de echar una miradita atrás, al legado moral de nuestros mayores y abuelos. Que nuestra clase política crea que los derechos a la libertad de expresión y reunión que la constitución ampara en sus artículos 20 y 21, pasa por pedirles permiso, es de un cinismo vomitivo. Nosotr@s no pedimos permiso para ejercer nuestros derechos. Exigimos que nuestros políticos en Arona no se dediquen a vulnerarlos y que cumplan con sus obligaciones democráticas. Tanto tiempo en las instituciones han llegado a fusionar su vanidad con sus funciones públicas, a sentirse propietarios de las mismas, han conseguido que su persona, sea ayuntamiento. Ayuntar es unir unas cosas con otras, juntar voluntades, reunir a ciudadanos en un horizonte común de libertad, justicia y dignidad. Ellos no son Ayuntamiento porque hacen de la mentira su programa de acciones, porque niegan derechos dividiendo a los ciudadanos, porque desunen favoreciendo a unos sobre otros. Son los auténticos promotores de un sistema antidemocrático al servicio de una élite político-empresarial, donde las demandas de la población son tenidas en cuenta en la medida en que se ajustan a la necesidades de sus contubernios y chanchullos, pero para el resto de cosas, ¡tod@s sobramos!. Es hora de echarlos a la calle, a los que siguen utilizando el orden democrático para llegar a las instituciones y luego una vez en ellas pervertirlas y corromperlas de todo interés general y de toda pluralidad ideológica, dedicando  tiempo y voluntad a debilitarla en base a criterios de minorías de presión económicas, grupitos de intelectuales y líderes sociales carente de toda humanidad, pero a estas alturas quién se lo explica a los que han hecho de la gestión municipal un chanchullo, una mimada maquinaria clientelar dedicada a triturar ciudadanos y fabricar clientes que piden comprar derechos a pedazos, justicia a trozo, libertad de expresión a precio bajo. Nuestros representantes municipales sueñan con una sociedad de tarugos donde los mediocres sean los reyes de la ética ciudadana. Coalición Canaria en Arona, Berto, así como sus concejales hablan de libertad de expresión para no expresar nada, como consignas publicitarias son lanzadas en las mentes ansiosas de eslóganes comerciales: ¡todo se compra y todo se vende! ¡ellos también!, pero lo primero que uno hace cuando pide respeto es ofrecerlo, con acciones chanchulleras como estas se alejan de la ciudadanía, de sus mapas sentimentales, de su capacidad para representarla y de la constitución como norma cívica de convivencia. Llevan tanto tiempo vulnerando la ley  que ya ni se acuerdan para que sirve y lo que esta significa, ya ni se nota que viven en la arbitrariedad y el dedismo. Habitando en la anima aversión van contra todo lo que se mueva, sea diferente, o cuestionador, haciendo que los vecinos pierdan confianza en una clase política alejada del sentir general. ¡Así son ellos!, ¡así se retratan!. Tenemos una idea viciada de la corrupción como alguien que roba dinero, nada más lejos de la realidad, un corrupto también es quien roba derechos, roba verdades, quienes no cumple con sus obligaciones y deberes. El Alcalde de Arona seguro que pensará que tendremos que pedirle permiso a él personalmente para la Manifestación Anticorrupción del próximo sábado 29 de Octubre. ¡Este es su sueño de sociedad para los Aroneros!. Una ciudadanía reptando alrededor de su imagen pública, pidiendo favores, mendigando derechos, agradeciéndole sus obligaciones, suplicándole justicia !. Ellos son unos demócratas a tiempo parcial. Suerte a todos los que sean puntuales.

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