Sí se puede exige la implicación de las administraciones públicas con las personas sin hogar

Sí se puede exige la implicación del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y de otras administraciones públicas en la mejora de las condiciones de vida de las personas sin hogar que viven en la capital tinerfeña, con especial atención a las que tienen más de 60 años o que están enfermas.

Por ello, la concejala del grupo municipal ecosocialista Asun Frías pregunta en el pleno que se celebra este viernes por la creación de nuevos recursos y por el establecimiento de nuevos protocolos, que considera necesarios para “erradicar una situación social dura e inhumana”, según manifiesta.

“Avanzar en la erradicación de estos casos sangrantes de exclusión social es imperativo”, dice Frías, quien pregunta expresamente por los pasos que han dado en el último año el Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria de Tenerife (IASS), el Servicio Canario de Salud (SCS) y otras administraciones, en coordinación con el Ayuntamiento, para contribuir a hacerles frente.

La concejala describe una situación caracterizada por la instalación en Santa Cruz de personas procedentes en su mayoría de otros municipios, islas y territorios del Estado español y, en general, del mundo. La capitalidad, el clima y los recursos actúan como efecto llamada, mientras la insularidad dificulta el tránsito a otros lugares. A ello se suma el que muchas de estas personas sin techo están enfermas, destacando los problemas de salud mental, al tiempo que es creciente la cantidad de personas mayores de 60 años que no tienen un hogar y viven en las calles de la ciudad.

“Ello se hace más evidente, más duro y más inhumano en esta época invierno y de Carnaval, pero no deja de ser una realidad durante todo el año”, insiste Frías. La concejala ecosocialista reconoce que el Ayuntamiento está incrementando los medios para mejorar la intervención con las personas sin hogar y se está coordinando con otras administraciones, a las que pide más compromiso para abordar con los suficientes recursos y de forma integral la atención a las personas sin hogar. “Sin embargo, pasa el tiempo y los avances que se producen no son suficientes para garantizar una mejora de la calidad de vida de la mayoría”, evidencia.