Sí se puede se adhiere a la carta abierta contraria a la clasificación del gas como inversión sostenible

La organización ecosocialista suma su firma a más de 200 dirigidas a la Comisión Europea para impedir la inclusión del gas en la Taxonomía de la UE

Sí se puede se ha adherido a la carta abierta dirigida a la Comisión Europea contraria a la consideración del gas como una inversión sostenible. La organización ecosocialista canaria sumó su firma a más de 200 con el objetivo de que el gas no sea incluido en la Taxonomía de la Unión Europea, la primera clasificación elaborada en el mundo para identificar las inversiones sostenibles, que fue presentada por primera vez en 2020 y que se pretende modificar ahora por iniciativa de la Comisión, de forma que “se facilitaría el acceso del gas a esta categoría por la puerta de atrás”, afirma el portavoz de Sí se puede en materia de transición ecosocial, Rubén Fuentes.

En la carta abierta, titulada originalmente Gas attack in Taxonomy, 78 científicos, 8 instituciones financieras y cerca de 140 entidades representativas de la sociedad civil y organizaciones políticas manifiestan a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a los vicepresidentes Frans Timmermans y Valdis Dombrovskis y a la Comisaria de Servicios Financieros y Mercados, Mairead McGuinness, su alarma ante esta nueva propuesta y destacan que considerar que el gas fósil no daña al medio ambiente y, por tanto, puede contemplarse como una inversión sostenible para su financiación en el marco de la Taxonomía de la UE “son afirmaciones infundadas, que contradicen la ciencia del clima”, además de ir “firmemente en contra de las recomendaciones del Grupo de Expertos Técnicos de la Comisión” y “responder a las exigencias del lobby del gas”, por lo que insta a los políticos europeos a “reconsiderar este cambio de dirección y rechazar la propuesta” del citado grupo de presión.

La Taxonomía europea es un sistema de clasificación que permite distinguir qué inversiones pueden considerarse sostenibles o no, de modo que podría servir de guía para el establecimiento de sectores prioritarios a la hora de recibir inversiones orientadas hacia el impulso de la economía verde, pero “abrirle al gas el acceso a estas oportunidades solo facilitaría un lavado de cara para una fuente de energía fósil que no es una solución sostenible ante el inminente fin del petróleo; el gas es una fórmula costosa, contaminante y peligrosa y, en Canarias, además, no se corresponde ni con las necesidades de un territorio insular ni con el potencial energético del Archipiélago en fuentes renovables sostenibles, que son las que se deben fomentar”, explica Fuentes.

La propuesta de la Comisión Europea para reformar los contenidos de la Taxonomía prevé que puedan considerarse sostenibles todas las inversiones destinadas a plantas que utilizan gas y que funcionan menos de 2000 horas al año. En el caso del Estado español, esto supondría que muchas de las plantas de ciclo combinado entrarían en esta categoría, debido a su infrautilización. “En Canarias actualmente no hay centrales que usen el gas, pero nos tememos que una reclasificación procedente de Europa podría dar paso a conversiones exprés, que consideramos innecesarias y ajenas a la realidad canaria”, insiste el portavoz de Sí se puede.

La carta abierta insiste en la contradicción científica y política que significaría la inclusión del gas en la Taxonomía de la UE, que, de abrirse a este enfoque, perdería su sentido original, al ser concebida inicialmente como “un estándar de oro con base científica para evitar el lavado verde”, de forma que serían pruebas científicas sobre el impacto medioambiental de una actividad las que permitirían el etiquetado como inversión verde. Al contrario, precisamente, una decisión en la línea que ahora se plantea convertiría a la “Taxonomía en una herramienta de lavado verde”.

Los firmantes recuerdan a la Comisión Europea que “la seguridad energética, la transición justa y la fiabilidad de la red son fundamentales para Europa” y que contemplar el gas como una actividad económica verde «ignora los importantes efectos ambientales del metano, cuyo impacto en el cambio climático es hasta 84 veces mayor que el CO2 en un período de 20 años. Esto significa que solo el 3% de las fugas de gas puede causar más calentamiento que el carbón”.

“No tenemos tiempo para falsas soluciones. Esta es la razón por la que ni el carbón-gas ni la cogeneración (CHP) deben incluirse en la Taxonomía”, sentencia el documento, en el que se recuerda a los máximos responsables de la Comisión Europea y de su política financiera que “estas propuestas injustificadas están en contradicción directa con el Acuerdo Verde de la presidenta von der Leyen y la ambición de la UE de alcanzar objetivos climáticos más elevados. También socavarían y desacreditarían el liderazgo climático global de la UE”.

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