Sí se puede advierte de la ausencia de medidas de seguridad que hay en el Centro de Artesanía de Guadá

La obra, cuya denominación oficial es “taller de formación artesanal y centro de ventas de Valle Gran Rey”, es para la formación asamblearia otro ejemplo más de la falta de planificación con la que se hacen las infraestructuras en La Gomera.

La asamblea local de Sí se puede en Valle Gran Rey señala que el Centro de Artesanía de Guadá, edificio conocido como “mamotreto de San Antonio”, carece de medidas de seguridad que impidan o limiten el acceso a la instalación, siendo frecuente su utilización por niños y jóvenes de las zonas cercanas.

Fuera de la utilidad del equipamiento y de las ingentes cantidades de dinero mal invertidas en él, desde la asamblea se advierte que la ausencia de medidas de seguridad y vigilancia, unida al deterioro que sufre la instalación, puede provocar algún accidente grave. “Vidrieras caídas, puertas rotas y altos muros pueden dibujar el estado actual del Centro de Artesanía, y pueden ser el escenario de un accidente ya que vecinos de las zonas aledañas nos han indicado que es frecuente la presencia de niños y jóvenes en la instalación”, explica Guzmán Correa, portavoz de Sí se puede en Valle Gran Rey.

Además de estos peligros, desde la formación ecosocialista se indican otras evidencias que muestran a las claras el deterioro de la instalación. “Hay una colonia de palomas y al menos un enjambre de abejas, lo que indica que este edificio ni se vigila ni se cuida, y ya nadie en el pueblo se plantea que se pueda ver en uso algún día” argumenta el portavoz.

Para Sí se puede en Valle Gran Rey, esta obra figura en la larga lista de obras inútiles o pufas que se han implantado en el territorio gomero. “Algún día alguien debería dar explicaciones públicas sobre las cantidades invertidas en las obras pufas de La Gomera y porqué no se han puesto en uso” abunda Correa.

Desde la formación se estima que esta obra supera en inversión el millón y medio de euros, y de seguir deteriorándose, habrá que sumar otras importantes cantidades.

“Según hemos podido averiguar, las obras del centro de artesanía de Valle Gran Rey, a pesar de que su aprobación y ejecución se acordó por el Gobierno de Canarias en 1997, fueron adjudicadas diez años después, en 2007, a Construcciones y Promociones Ramón Arteaga Álvarez, S.L. por importe de 1.220.699,83 euros. En 2010, se firmó el contrato con el mismo contratista para la ejecución del proyecto complementario por importe de 416.302 euros, pero en 2012, la comisión receptora acordó no recibir las obras por no estar ejecutadas de acuerdo con los respectivos proyectos” explica el portavoz.

Posteriormente, a finales de 2014, se encomendó a la empresa pública Gestur Tenerife, S.A. la gestión y ejecución de los trabajos para la terminación del Taller de Formación Artesanal y Centro de Ventas de Valle Gran Rey, por importe de 229.300,00 euros, cantidad a la que habría que añadir 10.000 euros, también en encomienda de Gestur, por los trabajos para la actualización del proyecto inicial y complementario de finalización de obra del taller de formación artesanal y centro de ventas.

“A pesar de haberse gastado una cantidad que supera el millón ochocientos mil euros, es decir, más de 300 millones de pesetas, este edificio no va a poder abrirse hasta que no se arregle su acceso, y cuando esto vaya a producirse, va a tener que invertirse más dinero en solventar el deterioro que ya sufre”, señala el portavoz.

Desde Sí se puede en Valle Gran Rey se pide que de forma inmediata se proceda a vigilar y limitar el acceso a esta instalación, y que posteriormente se trabaje en darle una salida a la instalación. “Al menos, que este edificio no vaya a suponer el lugar de un accidente. Es lo menos que debe hacer un gobierno que es responsable de esta obra”, finaliza su intervención Correa.

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